El sector del bricolaje y la ferretería cuenta con 8.000 comercios en España y emplea a más de 150.000 personas, entre distribuidores y proveedores. Esta rama de actividad, que mueve un gasto medio por hogar de 500 euros anuales, genera un impacto económico directo e inducido que asciende a 27.000 millones según las fuentes de Libre Mercado.
A raíz del estallido del Coronavirus, el Gobierno de España exigió su cierre al público, aprobando miles de despidos, algunos de ellos temporales (vía ERTE) y otros definitivos (como acredita el deterioro observado en las cifras de paro del sector).
Foro Regulación Inteligente ha contrastado la legislación española con el resto de Europa y revela que nuestro país ha sido el único en el que el sector no ha podido reabrir con normalidad una vez iniciado el proceso de normalización. Muchos de los países estudiados han permitido que estos establecimientos sigan operando, al entender que sus productos y servicios satisfacen necesidades de primera necesidad. No hay que olvidar que, además de ofrecer bienes vitales para la conservación y el mantenimiento del hogar, estos negocios también despachan mascarillas, guantes, limpiadores, desinfectantes y otros productos básicos en tiempos como los que corren. Ahora que la desescalada está en marcha, la reapertura de los pequeños comercios del ramo está sujeta a grandes restricciones, lo que genera colas y aglomeraciones.
El sector de las ferreterías y del bricolaje demanda la reapertura de sus negocios.
La Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje, que preside el burgalés Guillermo Leal, se dirigió a los Ministerios de Sanidad y de Comercio para solicitar la reapertura inmediata de este tipo de negocios por su importancia en el abastecimiento de productos de primera necesidad en el hogar. Según explicaba, «entendemos que la situación sanitaria y la prevención de los contagios es lo primero, pero una vez pasado el momento más crítico hay que replantearse la vuelta a la actividad de este tipo de negocios».
La asociación unió sus fuerzas con las principales cooperativas de ferreteros y distribuidoras de material de ferretería y bricolaje para exponer que ofrecen a los ciudadanos productos de primera necesidad. «Muchas de las familias de productos que vendemos como fontanería, electricidad e incluso jardinería son relevantes para el mantenimiento de la casa y es que los países de nuestro entorno lo han entendido de esa manera», recuerda Guillermo Leal.
Leal ponía como ejemplo las dificultades para comprar un fluorescente de una cocina o encontrar el repuesto para una cisterna que no funciona en condiciones. «Somos por así decirlo como la farmacia del hogar, estamos preparados para implementar medidas de seguridad para empleados y clientes»
La apertura de ferreterías y almacenes de bricolaje durante las Fases 0 y 1 de desescalada.
Tras dos semanas del inicio de la desescalada, hemos querido conocer su transcurso leyendo noticias sobre estos establecimientos. Las impresiones generales derivan que existe una percepción común de miedo por parte de los clientes y las ventas son de artículos concretos, sin miedo a arriesgar en grandes proyectos a corto plazo.
La reapertura, según los empleados entrevistados durante varios días y en varias ciudades por CdeComunicación, ha sido extraña. Algunos comercios han optado por habilitar un mostrador con caballetes en la zona del aparcamiento, para atender desde allí a los clientes. “Se está trabajando mal porque trabajamos por fuera y el cliente no ve el producto, por lo que solo viene a comprar lo que necesita. Además, a veces es complicado entender lo que quiere exactamente el cliente y tenemos que hacer varios viajes hasta dar con lo que viene a buscar”.
Otros negocios que habían estado trabajando a puerta cerrada atendiendo a empresas y autónomos, y únicamente cerraron del todo en los días que obligó el Gobierno, ahora atienden al público con solución hidroalcohólica para desinfectar las manos y mampara protectora en el mostrador a la hora de cobrar.
Según nos cuenta Iballa Herrera, una empleada de ferretería, “la gente no sale aún y la que sale, lo hace con mucho respeto”. Tienen afluencia normal, sin aglomeraciones, dejando pasar a dos o tres personas a la vez como máximo.
Hay zonas insulares que dependen mucho del turismo y, aunque ya pueden abrir sus negocios, la afluencia de clientes todavía es excasa. Vicent Costa, encargado de Bricopaya, una ferretería de Formentera de cerca de 200 m2, quien nos aseguró que, a pesar de registrar algo de cola en las primeras horas de la mañana, la afluencia de clientes fue escasa. “Nosotros dependemos mucho del turismo, y hasta que no se reactive, el negocio no empezará a funcionar bien”.
Por mucho que grandes superficies puedan introducir a su clientela dentro de sus instalaciones, tras mes y medio de cierre, y aun registrando un goteo constante de clientes y de llamadas, los propietarios aseguran que “el ritmo actual de clientes no cunde para recuperar las pérdidas del mes anterior”.
Digitalización empresarial: la solución para el sector de ferretería y bricolaje.
Hace un par de semanas hablábamos en este blog sobre la digitalización empresarial para ayudar a destacar ante la competencia, a marcar la diferencia y ser un referente tanto para tus clientes como para profesionales del sector.
Los clientes tienen múltiples ofertas a su demanda. Por ello, siempre elegirán la que les ofrece la mejor experiencia de compra. La digitalización no solo permite ofrecer tu producto o servicio las 24 horas de los 365 días del año a través de tu plataforma de venta o Marketplace. También te acerca a tus clientes mediante una comunicación más directa y personalizada.
Ya hemos hablado anteriormente de cómo afecta la crisis del Covid-19 al consumo tradicional y por eso muchos expertos son muy claros al respecto: “aquellas empresas que no estén preparadas para el cambio, se quedarán en el camino”.
El Marketing digital y el e-Commerce son herramientas de gran ayuda para atenuar los resultados negativos que viven los autónomos, Pymes y grandes empresas a consecuencia de las diferentes crisis económicas.
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